jueves, 15 de enero de 2009

Soy de la media, ni gorda ni delgada: del montón



A Elena le molesta tanto que le pregunten que si estoy embarazada que lleva un mes durísima con la comida para intentar que adelgace. ¿No sé da cuenta de que mi constitución es así?




  • Me da de comer sólo dos veces al día cuando ella está a todas horas comiendo.

  • Me mide la cantidad de pienso que me da con un botecito muy mono que le regaló el veterinario. Yo creo que lo mide mal porque me da demasiado poco, me lo como en un santiamén.

  • En el parque cuenta mil historias a la gente para que no me den premios, pero como echo a correr, para cuando llega ya me han dado.

  • Ya no me pasa ni al estanco, ni me deja saludar a la de la tiendecita de debajo de casa porque siempre me pongo dura dura hasta que me dan algo de comer.

  • Les lee la cartilla a sus padres (para que no me den nada) antes de dejarme con ellos para irse ella de viaje. Lo que no sabe es que no le hacen caso y que además de darme pan, me lo untan de pate o de aceite del plato.

En fin, que la mujer está poniendose dura y al final no le sirve de nada. De todas maneras, mirád este artículo que he encontrado:






Los perros están amenazados por el sobrepeso.

Un estudio elaborado por expertos de la marca Hill's advierte de que la mitad de los perros españoles padece obesidad

El problema del sobrepeso parece afectar no sólo a los habitantes de los países desarrollados, sino también a sus perros como consecuencia del desconocimiento por parte de los dueños, que parecen no entender que las necesidades alimenticias de sus mascotas son muy diferentes de las humanas.


Esta desinformación se traduce en errores tan comunes como alimentar a los perros con sobras de comida, lo que supone un grave desequilibrio en una dieta que debería componerse de alimentos especialmente adaptados a las necesidades del animal. Como muestra, el estudio aporta un dato alarmante: para un perro comer una galleta "para humanos" equivale a que una persona consuma un paquete entero. Si a esto añadimos que el 76 por ciento de los propietarios no reconoce que su perro está gordo, encontramos un nuevo factor agravante de la situación.


Por esta razón debemos conocer las características de nuestra mascota a fin de evitar la sobrealimentación, ya que la frecuencia y la cantidad de alimento dependen de cada perro. Por regla general, los cachorros deben recibir tres raciones de comida al día que se reducirán a una cuando el perro alcanza la edad adulta, aunque debemos añadir a la edad otros factores como el estilo de vida del animal (sedentario o activo) o su carácter (dinámico o pasivo)


Para saber si tu perro padece sobrepeso no es suficiente con pesarlo ya que este dato, aunque importante, puede no ser decisivo. Se trata más bien de medir su masa corporal para intentar detectar posibles aumentos de volumen y acumulaciones de grasa. Para ello debes situarte de frente al animal y desde esta posición ver si se aprecia en la silueta la forma de un "reloj de arena", es decir, deben ser visibles el tórax, la cintura y la cadera. En una vista lateral deben apreciarse y sentirse fácilmente al tacto las costillas. De esta forma sabrás si tu perro goza de buena salud o si por el contrario ha llegado la hora de que te replantees su alimentación.


Para los perros con sobre peso, o para perros de edad avanzada que requieren menos energía recomdamos NatureDiet Ligera. NatureDiet Ligera es comida que ayuda a perros con sobre peso a perder los kilos demás. Contiene principalmente carne, arroz y verduras en su estado natural. NatureDiet se prepara con mucho cuidado para preservar todas las vitaminas y elementos esenciales de la comida.



http://www.i-perros.com/perros-sobrepeso.html





Conclusión: que soy del montón

miércoles, 14 de enero de 2009

GANALTO...¡qué susto me pegó el caballo!

  • DURACIÓN: 5 horas con ida y vuelta
  • TIEMPO: Pues hacía sol pero engañaba porque en la cruz hacía bastante viento
  • MEDIO: Hierba en su mayoría al principio y al final, así que muy cómodo para mí. Pero hubo dos impedimentos: 1.- Hay una valla al principio que me costó pasar, me pasaron aúpas. 2.- Hay un tramo por la mitad de la ruta, tras el cortafuegos en el que el sendero se estrecha y además tengo que pegar un pequeño saltito, pero subí sin problemas.
  • DUREZA: El principio es por un cortafuegos así que algo durillo, pero el resto relajada porque es un paseo.
  • CAZA: Mogollón, a parte de las lagartijas de siempre también hay vacas y caballos, una delicia para mi olfato. Imposible dejarme suelta.
  • PUNTOS DE AGUA: Debía de haber algunas pozas por ahí arriba pero no las vimos. De todas maneras a la bajada hay unas escaleras por donde cae mucha agua.
LA RUTA:


Nos fuimos a un pueblo que se llamaba La Tortura y allí, en medio de la carretera como quien dice, dejaron el coche.

Nada más bajar me puse a olisquear para encontrar un sitio para hacer caca. No sé por qué, pero siempre que vamos de ruta me entra como diarrea. Pues allí dejé mi regalo, en un camino junto a una iglesia.

El camino era muy cómodo, tenía algo de barro pero a mí me daba igual porque luego me lamo las pezuñas y ya está, pero ellas llevaban polainas.

De repente...:


Una cabeza...

Un hueso...


Madre mía, mis deseos se habían hecho realidad. Quién me iba a decir que paseando tranquilamente por el monte me iba a encontrar con esas delicias sólo para mí. Me pareció muy sospechoso así que me quedé delante observando por unos momentos


Para cuando decidí lanzarme a zampar ya era tarde, Elena me tenía totalmente sujeta con la correa...Otra vez será.

Fuí andando y olisqueando por si encontraba algún otro hueso que no hubiese visto Elena, y pronto llegamos a una valla de esas con pinchos.

Me dispuse tranquilamente a pasar pero éstas se pusieron como locas y no me dejaron porque decían que me estaba pinchando (¿qué será pinchar?), así que la que montaron, con mis 25 kilos no sé cómo pero me cogieron aúpas y me tiraron (al pie de la letra) al otro lado de la valla. De verdad, hay veces que me montan unos numeritos... Lo siento pero no tengo foto de la famosa valla porque se pusieron a hacerse videos como si pasar una valla fuese algo del otro mundo.

Tras la valla la cosa se empezó a poner dura porque había que subir por un cortafuegos. Mientras Elena jadeaba yo me entretenía saltando de lado a lado del cortafuegos cosa que a ella no le gustó porque decía que bastante tenía ya con tirar de ella misma como para tener que tirar también de mí. Tendrá morro, si normalmente soy yo la que tiro.


Después del cortafuegos el camino se estrechó así que nos íbamos tropezando un poco.


Y cuando terminó el camino éstas se acojonaron un poco porque había que salvar un trozo de piedras lo que requería echar pata, pero chicos, yo lo pasé más chula que nadie y conseguí llegar sana y salva a la parte de arriba. En la foto podeis apreciar por dónde subí (el lado izquierdo de la foto) Soy una máquina del trepar.


Después vino el paseo. A ellas les pareció un poco rollo porque tuvimos que andar como una hora por llano recorriendo toda la parte de arriba. Pero yo me lo pasé muy bien. De vez en cuando se acercaban al borde a ver el paisaje. Yo también.


Aunque cada vez que se paraban se tiraban media hora, así que yo aproveché para mirar a ver si estaba por ahí la lagartija de aquel día del Aratz. No la encontré.

Por fín continuamos pateando un montón de tiempo y al fín llegamos a la famosa Cruz de Ganalto. Para mi sorpresa parece ser que acababa de pasar gente por allí y había dejado la huella de sus almuerzos: LAS MIGAS. Bueno... me van a tener que contratar para el servicio de limpieza de cruces de montes porque dejé eso limpísimo, me puse morada de migas de pan y de restos de frutos secos, ¡qué banquete!


Así que cuando Elena me puso el pienso no tenía ni pizca de hambre, aunque me lo pensé, no os creais.



Pero no había manera, era pensar en el pienso y me entraba un asco...hombre, si hubiera sido un bocata de chorizo ya me lo habría comido, pero pienso... Así que como no quería tenía que disimular, entonces decidí mirar a otro lado para hacer como que yo no había visto nada.


Como hacía mucho frío allí arriba aunque hiciese sol, nos fuimos en cuanto terminaron el bocata (no me dieron, menos mal porque me lo tendría que haber comido porque soy perro, y estaba llenísima).

Comenzamos a bajar y llegamos a una campa. Yo estaba a mi rollo, recordando los diferentes olores de las migas, por lo que no me di cuenta de que se habían parado. Cuando de repente me dió por girar la cabeza hacia atras y: ¡Auuuuuh uuuh uuuh uuuuh uuuh uuuuuuh! (MADRE MÍA QUE BICHO MÁS GRANDE) ¡QUÉ SUSTO ME DÍ!. Tenía encima de mi cabeza una cabeza de caballo el triple de grande de la mía. Me puse a ladrar de susto, y éstas en cambio se rieron de mí. Mi orgullo de perra de caza se quedó por las patas ese día.


Tras el susto, yo todavía con el rabo entre las piernas, seguimos bajando.

Al cabo de una rato llegamos a unas escaleras por donde corría mucha agua. Al principio huí, no me gustaba porque estaba muy fría y no me apetecía mojarme las patas.


Pero luego lo pensé mejor y bebí, bebí y bebí, ya que los aullidos me habían dejado seca. Qué rica me supo, tan fresquita.

Tras el descanso para beber agua en unos 10 minutos lllegamos al coche. A diferencia de otras veces que me resisto, esta vez subí enseguida al coche y me tumbe. Fui durmiendo hasta casa. Eso sí, en sueños no me podía quitar la imagen de esa pedazo cabeza de caballo ¡Auuuuuh uuuh uuuh uuuuuh uuuh uuuuuuh!

Ingenua...

Si veis este libro qué os sugiere ?


Pues supongo que lo mismo que a mí: será ingenua mi dueña!, pero si la líder de la manada soy yo!, pues a ver si se va a pensar que por comprarse ese libro van a cambiar las cosas en esta casa, lo tiene claro!.

Lo tiene en su mesilla de noche y de vez en cuando le echa un vistazo. Coincide que después de estar un rato leyendo el libro me habla raro, no sé, como que cambia el tono de voz. Entonces yo, tumbada en el sofá, levanto la ceja y le miro con cara de "madre mía qué tendrá el libro ese que te cambia la voz y todo". Bajo la ceja y sigo durmiendo tan tranquila en el sofá, hasta que de repente pone otra vez la voz de siempre y me empuja del culo para que me baje del sofá. ¡No hay quién le entienda!.

Me acabo de enterar de que el libro no se lo ha comprado ella, sino que se lo ha regalado mi otra mami, Teresa. Bueno, eso ya me da más miedo, porque Teresa es más lider que yo, y como lea ella también el libro la tengo clara.

domingo, 11 de enero de 2009

Domingo frío

Hola, ya sé que hace mucho que no ladro nada, pero es que con esto de que hace mal tiempo..., pues que no es que me saquen mucho al monte, que si el barro..., que si la lluvia..., que si la nieve... Pero qué quereis que os diga, por mí encantada porque odio la lluvia y yo estoy muy a gusto tumbada todo el día en mi camita sin hacer nada como si fuese un mueble. Ojalá que dure bastante el temporal