jueves, 16 de abril de 2009
DE MUDANZA...
lunes, 16 de febrero de 2009
¿Se le quitará a Luna el instinto de caza?
- Sí, sin duda 0 (0%)
- Sí, pero sólo estando atada 0 (0%)
- No sé, si tú lo dices... 2 (22%)
- Ni de coña 7 (77%)
Estos han sido los resultados:
viernes, 6 de febrero de 2009
Un día en el curro
Antes de nada deciros que soy una perra currante, de hecho todos los días voy a trabajar. Dí que llevo unos meses más tranquilos porque por suerte a Elena le ha dado por estudiar euskera por lo que ahora sólo voy a trabajar por las tardes.
Me lleva a un parque que hay al lado de casa y hago pis por aquí y por allá, también suelo hacer caca en esa salida. A veces me encuentro con algún amigo del parque pero normalmente no le hago ni caso, en todo caso saludo super maja a su dueño por si tiene algo de comer y cuela.
Al volver a casa me pongo muy contenta porque me da el desayuno, y mientras me lo como ella se va a estudiar euskera al euskaltegi.
Cuando me quedo sóla no os creáis que hago mucho. Suelo volver a la cama o al sofá si se le ha vuelto a olvidar cerrar la puerta, y de vez en cuando ladro a algún vecino que baja trotando por las escaleras para que sepa que soy una buena perra guardiana.
Sobre las 14:20 llega Elena estresada, por cierto, porque no tiene apenas tiempo de comer y encima me tiene que sacar a echar el pis del mediodía (en esta salida no suelo hacer caca). Así que ese paseo es muy escueto, aunque no me importa porque al cabo de 10 minutos ya nos estamos yendo otra vez porque a las 15:00 entramos a trabajar, de hecho a veces me pregunto para qué me saca nada mas llegar si total nos vamos a ir enseguida.
Lo dicho, a las 14:55 bajamos a la calle y me subo al maletero para ir a currar
No me suele dejar la correa muy suelta porque ya véis que está en cuesta, y una vez que llovía estaba la hierba muy mojada, tiré un poco y la pobre se resbaló, con tan mala suerte que justo pasaba un chico del taller de al lado y casi se muere de vergüenza. Y ya os imaginaréis cómo se puso el vaquero de barro, se parecía a mí cuando me repanchingo en el parque.
Un vez en el taller me incorporo a mi puesto de trabajo
Sí, ése es mi puesto de trabajo. Ya, ya sé que no estoy, pero resulta quue justo el día que me hicieron la foto de trabajo dió la casualidad de que alguien se había dejado en otra silla una cazadora, y como yo soy muy lista, me cambié de puesto para estar más a gusto.
Soy muy tranquila en el trabajo. Tan tranquila que hay veces que Elena se marcha, y al cabo de 1 minuto vuelve a por mí porque me ha dejado olvidada. Hombre, todo hay que decirlo, hay veces que sí que se me oye... Por ejemplo cuando entra algún que otro comercial. Al entrar no les digo nada, hay veces que ni se enteran de que estoy ahí, pero lo mejor viene cuando se marchan pues suelo saltar de la silla para pegarles un pellizquito en el culo, se pegan cada susto..., pero como son comerciales ya sabéis, se sonríen un poco y me acarician.
La jornada la paso así, durmiendo, pellizcando, también hay veces que me acerco a la papelera a sacar los papelotes (alguno que otro ya me he comido), bebiendo agua...Cuando Elena trabajaba también a la mañana íbamos juntas a hacer recados y me cansaba mucho, pero ahora vivo más relajada.
El horario de trabajo es hasta las 18:00. Al terminar vuelvo a hacer pis en la jardinera, me subo al maletero y nos vamos para casa, no sin antes dar un buen paseo por el parque para hacer caca ya más tranquila.
Después de esta jornada tan dura sólo tengo ganas de cenar y de irme a la cama,pero tengo casi que rogar a Elena que me dé la cena porque se pone que si a cambiarse, que si a ponerse el cafetito de la tarde y no hay quien cene.
Después de la cenita me dirijo a la cama a descansar y...¿no os ha pasado nunca estar tan cansados que no hay manera de encontrar postura?, pues eso es lo que me pasa a mí todas las noches.
Buenas noches